Con todo: huelgas, inundaciones, cansancio crónico y/o extremo, la cosita que de repente aprende a hablar sólo para reclamar mi presencia... con todo, me escondo del mundo por cuarenta minutos y sale de mí otra persona. Me desdoblo. Me divido en dos partes y ambas partes se dan la espalda de tan diferentes que parecen ser. Y una de ellas tiene por lo visto mucho que decir. No solo eso: sabe cómo hacerlo.
Cuarenta minutos después, he parido otra criatura. La bautizo "Glándula". Apenas me queda tiempo para ver qué salió. Pero me siento como si tras una inmersión prolongada subiera a la superficie para alcanzar una mascarilla conectada a un tubo de oxígeno.
Respiro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario