16 de noviembre de 2011

Comunidad

Viene mi vecina de abajo a decirme que mi vecina de arriba padece una gotera mía. Le intento explicar que en todo caso debería ser mi vecina de abajo, ella, quien sufriera una gotera mía. Ella dice que no, gracias, que lo que ella sufre es el ruido de mi lavadora que le indica 7.5 en la escala de Ritcher y que se le mueven los cimientos de la casa. Insiste con la gotera. Le explico que llevamos cinco meses en el edificio y que la vecina de arriba nunca ha venido a contarme que el agua de una pérdida se acumula y sube un piso. Y de paso, que la lavadora hace ruido cuando centrifuga, como todas, y que evitaré ponerla en las siestas de los domingos. Si mi marido me ayuda a no joderme la ciática, pondremos algo a la lavadora debajo para que no sacuda los suelos, que son los techos de la vecina de abajo. La vecina de abajo se retira indignada y desafiando a las leyes de la gravedad.
¿Quién tiene la pérdida?

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